El pádel, la paja y el trigo
Separar la paja del trigo significa distinguir entre lo útil y lo que no lo es.
Haber vivido muchos años de y por el pádel me permitió distinguir entre ambas cosas -paja y trigo- especialmente en los últimos años en los que una avalancha de información nos llegaba, relacionada con la internacionalización del pádel.
Hace no muchos años, medidos en función del desarrollo normal de un deporte, y al igual que ahora, había muchos titulares afirmando que el pádel se jugaba en muchos lugares diferentes del planeta y también había un optimismo generalizado. Pero eso, en aquel entonces, era paja. Ahora es trigo.
Tantas veces y durante tantos años escuché que el pádel ya se jugaba habitualmente en tantísimos lugares muy esperanzadores como tantas veces comprobé que no eran informaciones verídicas sino interpretaciones benévolas de gente que deseaba creerse sus propias verdades a medias. Esto me convirtió en un escéptico que empezó a poner filtro a todas esas novedades. Ver para creer.
Pero ahora la cosa cambió. Varios indicadores clave certifican que el pádel es una realidad en muchos lugares muy diferentes entre sí, y que además promete en muchos otros. Venta de palas y montaje de pistas son dos variables irrefutables. La demanda de profesionales y servicios es otra. Para mí son suficientes. Antes teníamos el entusiasmo pero no los datos. Ahora podemos dejarnos entusiasmar por lo datos.
¿Pero qué cambió? ¿Antes lo hicimos mal y ahora bien? ¿Antes no teníamos dinero y ahora sí? ¿La televisión? Habrá teorías para todos los gustos. La mía se reduce a una palabra clave: tiempo. Ha pasado el tiempo y no existe ningún deporte que en pocos años se haya hecho masivo al mismo tiempo en muchos lugares. El pádel no era una moda. Teníamos que esperar, simplemente. Claro que hacer las cosas bien y contar con la gente adecuada en los puestos adecuados manejando programas adecuados siempre ayuda y genera atajos. Pero nunca se puede obviar el tiempo de maduración que requiere que un buen proyecto crezca con bases sólidas. Pensar lo contrario, y actuar desesperadamente en consecuencia, es fomentar la paja. Con todo respeto.
M.E.