Blog
Our opinions
¿Estás de paso o te vas a quedar?
Mi hermano es José Luis “el Tata” Echegaray y a veces la gente nos confunde porque además de compartir apellido usamos el mismo peinado. Hace algún tiempo, en una de sus publicaciones aquí en LinkedIn él se preguntaba si nos sentimos -o somos- profesores o entrenadores, y en otra hablaba de la capacitación. Uno de los comentarios, de un colega, contaba una experiencia que había tenido este técnico postulándose para un trabajo en el que en lugar de pedirle una formación adecuada le habían pedido simplemente cierto nivel de juego. «Previas del WPT» le dijeron, o algo así. Interesante, porque así el WPT en lugar de otorgar premios o puntos de ranking podría expedir diplomas.
Llevo muchos años en contacto permanente con la cuestión educativa específica de nuestro deporte. En muchos lugares diferentes y además para diversos niveles. De manera privada o colaborando con instituciones oficiales. Fuera del pádel, participo también en la dirección y gestión de una academia de enseñanza que no está relacionada con el deporte, pero cuyo eje evidentemente es la educación.
Con estas señas y con más años a las espaldas que delante del pecho tengo ya muy clara una cosa en referencia a nuestro ámbito, el de los técnicos de pádel: muchos colegas están de paso, o no han podido dedicarse a algo que les gustara más. Sin más, así de simple. Lo siento, pero lo tengo muy claro. Fíjense que no estoy hablando de nivel de capacitación sino simplemente de realización personal, aunque a veces estas dos cosas vayan de la mano. Incluso puede que esto no sea tan malo como suena; me explicaré más adelante.
¿Realmente pensaste que querías ser un monitor o profesor de pádel o simplemente no pudiste ingresar a aquella universidad y mientras comienza el nuevo curso vas a impatir unas clasecitas para ir cubriendo gastos?
«Total los golpes los domino bastante bien», pensarás.
¿Te sacaste la titulación porque era tu objetivo de vida o porque justo había una convocatoria cerca de tu casa y, ya que estabas con tiempo, la aprovechaste?
«Total, una titulación más en la mochila no vendrá mal», habrás reflexionado.
¿Vas al club con verdaderas ganas de que tus alumnos mejoren esas bandejas o vas a suplicar que el tiempo de tu clase vuele?
«Aunque seguramente estaré mejor en una pista de pádel que como camarero en el bar de mi tío», asegurarás.
Todo está bien, no hay problemas, mientras haya alumnos que paguen, ¿o no?
El pádel ha crecido exponencialmente porque evidentemente es un deporte muy atractivo pero además porque cientos de técnicos podremos haber hecho medianamente bien nuestro trabajo. Incluso aquellos que no se sientan técnicos de pádel. Esta es la parte aceptable del asunto.
Pero incluso muchos de los técnicos que han hecho ese buen trabajo están de paso, insisto. No creen que este sea su puesto definitivo, su rol. No porque sean incapaces de hacerlo ya que a veces son de los mejores que hay. No porque no tengan los conocimientos o las habilidades ya que a menudo les sobran. Pero no lo sienten, y eso no hay curso ni oferta de empleo que lo promueva.
Hace ya algún tiempo me pasó algo curioso. Estando yo en España, y después de haber compartido una buena cantidad de tiempo de trabajo en el mismo lugar con ella, una compañera encargada de la comunicación y que hacía su trabajo de forma excelente me dijo:
«¡Tú jugabas al pádel en la élite en Argentina y yo no lo sabía!; pensé que solamente eras técnico de pádel».
Como me sonó a disculpas inmediatamente le respondí que no había ningún problema. En primer lugar, ella no estaba obligada a ser una paleontóloga del pádel sobre todo porque no hay suficiente información de aquellas épocas, y mucho menos gente interesada en obtener esa información. Pero por el otro lado le dije que yo en realidad me sentía un técnico, no un jugador, o un ex-jugador para ser más exacto. Incluso durante mi época de jugador de pádel mantuve mi vinculación con el trabajo a pie de campo enseñando y lo extrañé mucho las veces que tuve que interrumir esas tareas para asumir otras.
Yo estoy convencido de que nuestro campo de acción como técnicos de pádel no es sólo el deporte, sino la educación.
Colega técnico de pádel, si lo que te mueve es el dinero irás a determinada velocidad y podrás llevar determinada carga. Pero si tu motor es la pasión por enseñar irás más rápido, llegarás más lejos y ayudarás a mucha más gente. Y la consecuencia —no la causa— será que ganarás más dinero. Eso se llama vocación.
M. E.
4 de septiembre de 2022